Descubriendo el punto tunecino: breve historia y técnica
¡Hola Kawaker@!
¿Cómo va tú verano? Espero que lo estés disfrutando a tope y hayas podido tejer mucho en estos meses tan calurosos.
En mi caso, estoy deseando que los días agobiantes de calor se vayan acabando para poder disfrutar mejor del buen tiempo y sobretodo, tengo muchas ganas de empezar a tejer proyectos de otoño/invierno. Por ese motivo he pensado que es buen momento para ir empezando a pensar qué tejer de cara a esa época del año.
Hace mucho tiempo me compré una aguja de punto tunecino, para tejerme una manta o algún cojín con esta técnica, pero todavía no la he llegado a estrenar y creo que ha llegado el momento de hacerlo.
Pero antes, me gustaría contarte un poco su historia y en qué consiste esta técnica para después traerte un proyecto con el que puedas practicarlo.
Así que, voy a dejar de enrollarme y voy a dar paso a lo importante.
Como siempre, te doy las gracias por seguir apoyando mi proyecto.
➤Historia
El punto tunecino (también conocido por otros nombres como crochet tunecino, ganchillo tunecino, punto afgano, crochet afgano...) es una técnica que tiene su origen allá por el año 1800 y destaca por ser una mezcla entre el tejido a dos agujas o tricot y el crochet o ganchillo de toda la vida.
Para poder tejer con esta técnica, se utilizan una agujas especiales que son como las agujas empleadas para hacer crochet, pero con un mayor tamaño que las convencionales. Aunque también es verdad que depende del proyecto que vayas a realizar, puedes emplear unas agujas u otras. Es decir, si lo que vas a tejer son proyectos grandes como por ejemplo una manta, necesitarás emplear las agujas de tamaño grande (o unas especiales con cable), pero si por el contrario quieres tejer algo como una correa para un bolso, un monedero, una diadema... puedes utilizar la aguja que utilizas normalmente para tus diseños de crochet.
En la fotografía que te dejo abajo, puedes ver la diferencia entre unas agujas y otras.
Imágenes: Amazon
➤Técnica
Para empezar a tejer con esta técnica hay que hacerlo de la misma forma que en el crochet, es decir, con cadenetas. Y la cantidad de cadenetas va a depender como siempre del tamaño del proyecto que quieras llevar a cabo y, en consecuencia, utilizarás una aguja u otra.
Hay infinidad de puntos diferentes para tejer proyectos utilizando esta técnica como el punto básico, arroz, calado, calado cruzado, elástico, alargado, puff, pluma, red... y muchos más.
Lo bueno que tiene este tipo de punto es que, al ser una mezcla entre el tejido en dos agujas y el crochet tradicional, el tejido nunca se gira, es decir, que siempre tejes por la misma cara y vas creando la parte del derecho y del revés sin necesidad de voltear tu tejido. Otra de las ventajas que tiene es la tensión del hilo. Con esto me refiero a que aunque seas de apretar mucho el tejido, siempre te va a quedar mucho más suelto (al igual que cuando se teje en dos agujas) y por eso es perfecta para proyectos como jerseys, mantas...
Hasta aquí la breve historia y técnica de este punto que cuando aprendes a hacerlo te engancha tanto que no puedes dejar de utilizarlo para tus proyectos.
Espero haberte descubierto un nuevo mundo dentro del tejido y tengas muchas ganas de practicarlo. Y ya sabes, si tienes alguna duda, me puedes escribir por privado en Instagram o a kawakacrochet@gmail.com. Estaré encantada de ayudarte y resolver tus dudas.
¡Nos vemos pronto!
No hay comentarios:
Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.